RockZeit: GUILLERMINA en Ituzaingo

El fin de semana se hizo para rockear, asique aún después de haber pasado una noche de viernes explosiva con Kainopay en Santana, el sábado marcamos “Famatina 2400 – Ituzaingo” en el GPS y hacia allí rumbeamos.

El evento, que estaba destinado a la ayuda de las comunidades aborígenes del Chaco y cobraba como entrada un alimento no perecedero más $10, contó con la presencia de La Pala Mecánica y Mayoral, además de Guillermina que era la encargada de la apertura del set.

El inicio venía con demoras, pero eso es algo a lo que el público de Guillermina ya está acostumbrado. Es casi parte de la magia, vernos sumidos en una espera impaciente y expectante. Lo que ningún público nunca termina de asimilar es escuchar un arranque de recital tan discordante con lo conocido y esperado. La lista de Guillermina abrió con un "FDU" sufriendo los efectos de fallas técnicas por problemas de tensión. “Estamos versionando los temas” bromean desde arriba. Los equipos no soportan estas idas y venidas, y obligaron a la banda a bajarse del escenario después del primer tema para disertar acerca de cómo seguir.

Y es en este punto donde resalta lo mejor de Guillermina. Porque cualquier otra banda en esa situación, habría anunciado que el show se cancelaba y no se exponían a mayores daños en los instrumentos. Pero cuando se ama lo que se hace, no existen los impedimentos.

Con la ayuda de los demás miembros del equipo de trabajo, suben un banco al escenario y ahí se acomodan. “Vamos a hacer algo más acústico” avisa Gabriel (guitarra y coros). La lista prevista para esa noche ya forma parte del pasado, la banda interpreta las canciones que su público va pidiendo. Así se escuchan temas como “Sé”, “Al Sur”, “Tierra Seca” y “Parece”.

Hacia el final, la gente pide a gritos un tema más. Pero no cualquier tema, la gente quiere “Trino”. Y Guillermina, como siempre, complace. O eso al menos intenta, porque justo cuando se disponían a tocar ese himno guillerminero, las luces del escenario se apagan marcando un final forzado.

En resumidas cuentas, no fue la mejor presentación a nivel musical de esta banda de Haedo, pero si fue una noche con mucha magia, entre amigos. El incondicional público de Guillermina siempre supo valorar los esfuerzos continuos de este grupo, y la noche del sábado en Ituzaingo lo demostró una vez más, despidiéndolos entre vítores y aplausos.

Foto de Daiana Chaffer.