viernes, 25 de marzo de 2016

Arraigo, cadenas pa el poncho y alpargatas con chupines.

Considero que lo más lindo de la música como expresión artística es la variedad. Las infinitas posibilidades de combinación que dan vida a diferentes estilos, fusiones tan enigmáticas como sorprendentes.
Una de las bandas que yo personalmente más admiro y disfruto escuchar es Arraigo [Para los que no conocen su música acá va una canción].
El grupo define su fusión folklore - tango - metal explicando que sus principios como músicos fueron marcados por bandas del metal y son los que inspiran las bases de las melodías que componen, y paralelamente a eso fueron artistas como Larralde, Iorio y Atahualpa Yupanki quienes aportan al sentir de las letras.
La discografía de Arraigo está compuesta por "Rancho Sur", editado en 2006, y "Fronteras y Horizontes" del 2011.
Mientras el grupo se prepara para la producción de un 3er material, este viernes 25 de marzo estarán participando de la "Fiesta del Árbol", en su segunda edición.
El evento se desarrollará a partir de las 22 hs en Gier Music Club, ubicado en Av Álvarez Thomas 1078.
Notifíquese, comuníquese y asista.

lunes, 21 de marzo de 2016

Abrazame hasta que vuelva...

¿Vuelve?
¿Vuelvo?
¿Posta?
¿Esta vez será definitivo?
¿Existe algo definitivo?

Tantas preguntas sin respuestas nos rodean día a día..
Y hoy, se suma una más.
¿Vuelvo a ponerme al frente de este Blog que con tanto cariño incie alguna vez, un lugar donde volcar mi opinión personal acerca de shows y bandas nuevas sin censuras editoriales?

Todo indicaría que sí.
Pronto...

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Review 2014

Nunca me ha resultado fácil hacer balances de año. Fundamentalmente porque me rehúso  a revolver en errores cometidos y magros momentos vividos. Pero si estas leyendo esto es porque al terminar de pensarlo, luego del proceso de materializarlo en palabras, y después de revisarlo, pasó la prueba y me pareció que este año merece la oportunidad de ser compartido con quien le interese leerlo.

Aprovecho la oportunidad para acompañar las palabras con lo que considero las fotos más representativas de mi año y algunos links de bandas con las que me apasione en este 2014 para compartir su arte con vosotros.

Brancaleone - Luna Guerrillera

Algo que me gusta mucho es viajar. No al exterior del país, no a recorrer paisajes exóticos. Los viajes que me llenan son esos en los que la música y la amistad son el motor y el objetivo. Por eso, haber empezado el año en Cosquin Rock fue sin lugar a dudas un gol. Pero como dije en ese entonces, para mi el Cosquin es Brancaleone, lo demás es periferia. No entre ni uno de los tres días al predio del festival careta, sino que viví la esencia desde afuera, con La Armada.  No me extenderé más en este sentido, para eso ya escribi en esa oportunidad sobre lo ocurrido durante esos 3 días.

                                                                                            Científicos del Palo - Los Gomias


También sostengo que una de las mejores cosas que tiene la música es que te conecta con otras personas que sienten igual que vos.
Es por eso que acá dedico unas líneas para agradecerle a mis amigos, gente que conozco hace más tiempo pero que en este año se profundizo la relación y descubrí la magia en su interior.

(Francamente, no se que habría sido de mi vida si no me llevaban a conocer Güerrin)




                                                                                                 DLGP - Montaña Rusa


Temprano en la vida aprendí que nada es para siempre, y que todo lo que ames algún día te va a abandonar dejándote tirado en el piso pidiendo piedad a una realidad que siempre puede ser más cruel.
Así como en 2013 conocía al animalito más maravilloso que creo conoceré jamás, a poco de empezado este año nefasto se iba de mi vida, dejando para siempre un vacío imposible de llenar y una marca eterna en mí.

King Eddie, gracias por tanto.



  Oceanos - Control                                                 
     

Aquellos que me conocen saben que tengo 3 sueños en la vida. Uno de ellos era conocer en persona a Enrique Bunbury y en abril lo pude concretar, cuando visitó el país para dar un show en el Luna Park en el marco del Palosanto Tour.
Nunca jamás en la vida sentí tantos nervios, pasión, vergüenza, ansiedad y euforia. Todo junto. La espera, la corrida, la persecución, Enrique y Andrés, abrazarlos y fotografiar el momento. Felicidad.


            Aura - Intramondo                                                        Todo Aparenta Normal - Como un faro


Desde el año pasado y durante todo el corriente tuve la gracia de formar parte de Kainopay, y trabajar junto a ellos para llevar su rock a todo aquel que quisiera escucharlo.
Son ellos también responsables de muchas de las alegrías de este año, y me dieron lugar para desplegar mis dotes actorales en el videoclip de una de sus canciones, asique gracias a ellos por confiar en mi.


                                                                                  Kainopay - Lo Que Estás Diciendo


En otro orden de cosas, este año retome una carrera que volvi a abandonar. Consegui un trabajo que me da varios dolores de cabeza pero me abrió puertas hacia nuevos horizontes y me ayudo a encontrar un nuevo camino a recorrer en 2015.

Agradezco además a las personas que están desde hace mucho conmigo por permanecer, a los que se fueron por irse a tiempo, y a los que entraron a mi vida recientemente, por el fuego diario de su amistad.

                          La Condena De Caín - Nuevo Fuego


Fue un gran año para el cholulaje que tanto amo…





Conocí varias bandas con mucho talento. 
Personas hermosas con las que se ha establecido cierta amistad y he pasado momentos memorables.
Son estas las maravillas del rock, y me alegra poder decir que este año aproveche al máximo las oportunidades que se me presentaron de                                                                                                       conocer gente y disfrutar de su compañía. 
Espero poder ayudar a difundir su arte,                                            
 y es por eso que también agradezco en este párrafo                        El Otro Extremo - Buscando mi sombra
a la gente de Ciudad Rota que me dieron un lugar en su programa 
sobre la recta final del 2014 pero con quienes tenemos muchos planes para el 2015.
                                                                                                      
                                               Guillermina - Entre el bronce y la madera





Por último. El principio y el fin de todo.
Esta aquí, está en cada instante. Sobre mi.
Este año me pude dar el lujo inconmensurable de que la banda con la que trabajaba compartiera show con Guillermina. Habra quien le parezca un dato menor, pero para mí es un ítem que rankea alto en el top.






                                Así termina este resumen de año. Chupala Facebook.


sábado, 27 de diciembre de 2014

Sobre ciclos de transformación y de cómo percibimos a los músicos.


¿Han notado el modo en que muta la forma de ser percibido un sujeto X entre la etapa anterior y la posterior a subirse a un escenario y ejecutar un instrumento?

Pongámoslo en situación: Estamos en un bar, hay un escenario preparado para que una banda desarrolle su presentación y podemos ver un grupo de personajes entre los que se encuentra un sujeto X. Hasta el último momento antes de iniciar el show, nuestro observado podrá ser objeto de burlas por anécdotas del pasado, acreedor de múltiples apodos y designado a conseguir más bebidas para la tribu.

Ahora bien, cuando de entre ese grupo de amigos uno se separa para dirigirse a las tablas, primus inter pares será considerado poco menos que un héroe nacional. Recibirá los aplausos mas enérgicos y las arengas más motivadoras de parte de esos que minutos antes le recriminaban con sorna aquella vez que se fue del boliche con una dudosa señorita.

La última parte de esta transformación se evidencia al darse por finalizado el espectáculo. Inmediatamente después de bajarse del escenario y al volver a encontrarse rodeado de sus iguales, el sujeto X es recibido cual hombre que acaba de ser padre primerizo. Veremos abrazos apretados, palmadas de espalda y palabras de felicitación. Desde ahora y por el resto de la noche, a nuestro sujeto X se le ofrecerán bebidas y será interceptado por animosos miembros de la concurrencia que buscarán saludarlo e intercambiar algunas palabras con él, siendo también incluso probable que deba peinarse el jopo para acompañar en  una fotografía a algún espectador por demás entusiasta.

Este ciclo de transformación del Pibe en Músico y luego Héroe me ha llamado la atención por bastante tiempo y por eso hoy se los comparto, quedando a la espera de sus opiniones concernientes al tema.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Siempre es buena la hora de renacer.

Vuelvo.

Con diferentes objetivos.
Con nuevos impulsos.                           
Con otros puntos de vista.

De la mano de los amigos de Ciudad Rota, vuelvo a plasmar el rock que me toca vivir en esta humilde bitácora.

Renuevo la invitación a quienes gusten, de pasar a leer estas líneas que volveré a dedicarme a compartirles a partir de la semana próxima. 

domingo, 13 de abril de 2014

ENRIQUE BUNBURY en LUNA PARK - 12.04.14

Es sin duda una noche difícil. Todo el día se padeció en la ciudad frío y vientos intensos. Por la tarde se hizo sentir también la presencia de la lluvia y, sumado a esto, muchos “bunburyanos” se habían visto en la disyuntiva de tener que elegir, ya que esta misma noche en Gualeguaychu se estaría presentando uno de los artistas argentinos más míticos, el Indio Solari.

Con la puntualidad propia de un zaragozano detallista, a las 21.10 se apagaban las luces del Estadio Luna Park y la pantalla detrás del escenario proyectaba imágenes de una nave viajando en el espacio que de pronto se detiene, abre su compuerta y envuelto en luz deja sobre una tarima detrás de la batería al Maestro.

Al prenderse las luces del escenario, los demás músicos de la banda ya están en sus puestos y empiezan a interpretar “Despierta” (canción que abre el octavo disco solista de Enrique Bunbury “Palosanto”). “Despierta! Despierta de una vez!” repite la canción mientras  por las pantallas se pueden ver fragmentos de diferentes líderes políticos mundiales dando discursos. Siguen con “El Club de los Imposibles”, perteneciente a “Flamingos”. El público de las plateas ya se levanta de sus sillas y todos los presentes bailan mientras corean esta, una de las piezas más queridas por los seguidores de Bunbury en su carrera solista.

Antes de seguir con el set list, Enrique saluda a los presentes y agradece su presencia. “Agradecemos a todos los que vinieron, a todos los que nos eligieron. Mandamos un saludo a los que se fueron a ver al Indio Solari. A todos nos hubiera gustado estar allí” y con la respuesta del público, entre aplausos y silbidos, todavía resonando, la banda interpreta Los Inmortales, otra pieza de su más reciente disco que están presentando esta noche. “Ahora vamos a tocar una de Radical Sonora” anuncia Bunbury como preámbulo para “Contracorriente”, una canción que no suele estar presente en sus shows.

Hacia  5 años que Enrique Bunbury no se presentaba en el Luna Park (en 2009 vino en el marco de la gira presentación de su álbum “Hellville De Luxe”), y haciendo una comparación entre ambos shows es notoria la evolución en la complejidad del aprovechamiento de recursos que le brinda el estadio. En el escenario hay tres tarimas, a la izquierda el Reverendo Rebenaque en los teclados. A la derecha se ubica Quino Bejar en percusión. Al medio, Ramón Gacías en batería. Al frente, Robert Castellanos al bajo, al lado de él Alvaro Suite (con su siempre particular vestimenta pop rock clásica) en segunda guitarra y Jordi Mena en primera guitarra. La puesta en escena la forman dos pantallas laterales que muestran el desempeño de Enrique y su banda en vivo. Detrás de la batería, una pantalla que ocupa todo el largo del escenario acompaña las canciones con imágenes alusivas. Mientras que las luces son un show aparte: impresionante el desempeño de quien haya estado al mando de las consolas, demostró una habilidad exclusiva para el uso de equipamiento de alta gama, con algo que a Bunbury siempre lo favorece que es la iluminación en diferentes colores durante el recital.

El show alterna canciones de las más antiguas con las de esta última placa y genera un ambiente de altibajos emocionales. Así es que suenan canciones como “El Hijo de Cortes”, “Ódiame” (canción popularizada por Julio Jaramillo de la cual Enrique hizo su propia versión e integra su álbum compilatorio de canciones latinoamericanas “Licenciado Cantinas”), “Mas alto que nosotros solo el cielo”, “Porque las cosas cambian”, “Destrucción Masiva” (una de las letras de mayor disputa política de este último disco, acompañada con imágenes de marcas comerciales y de bancos de todo el mundo bañados en sangre) y “El extranjero”.

En este punto, a casi una hora de show, Enrique cede a uno de los pedidos mas reiterados del público e interpreta una canción de Héroes del Silencio. Una versión “bunburyzada” de “Deshacer el mundo”, mientras que en la pantalla detrás del escenario se pueden ver imágenes de desfiles militares y represión policial en actos de diferentes partes del mundo. Al finalizar la canción, el publico corea “Heroes! Heroes!” pidiendo que se toque una más de esta gran banda que supo liderar Enrique, lo que fue en vano.

Continúan el show volviendo al repertorio perteneciente a la carrera de Bunbury solista, esta vez con “El Rescate” (perteneciente al disco doble “El viaje a ninguna parte”) enganchada a la cual tocan “Los Habitantes” (canción que se encuentra “Las Consecuencias”, disco que presento en Argentina en 2010 con tres shows en el Teatro Gran Rex y de los cuales edito un disco en vivo titulado Gran Rex).

La calidad de sonido del show no es impecable, como si supieron ser algunas presentaciones de años anteriores en nuestro país. Hubo partes del recital en que Rebe al teclado sonaba más alto de lo esperado causando incomodidad en la canción, y momentos en los que Alvaro Suite a la guitarra sonaba por encima de Jordi provocando también desperfectos en canciones que suelen sonar muy prolijas en todas las presentaciones. Aún así, el show continúa y suena “Salvavidas”, “El hombre delgado que no flaqueara jamás” y “Hay muy poca gente” (canción de “Hellville” que tiene su videoclip oficial y del cual se dejan ver fragmentos en la pantalla principal).

“A ver los del fondo, están escuchando bien? Y por aquí a la derecha? Y ustedes allá? Estamos todos? Para esta canción necesitamos de sus gargantas bien afinadas y bien argentinas” Con esta presentación generando en el público gritos y aplausos se da pie a “Frente a Frente”, siguiendo con “Que tengas suertecita” (“Que tengan suertecita, argentinos y argentinas”), “De todo el mundo” y “Sí” (“Ante la duda, ya saben, siempre si”).

“Un placer haber compartido esta noche con ustedes. Es siempre un placer. Con esta canción nos despedimos” anuncia Enrique antes de “Lady Blue”, un clásico de “Flamingos”. Presenta a Los Santos Inocentes y se dirige a la tarima donde, la nave que al inicio del show lo había dejado allí, ahora pasa a recogerlo.  

Las luces del escenario se apagan pero no se prenden las del estadio. Aquellos que son público asiduo de Enrique Bunbury saben que no deben retirarse aún. A los pocos minutos, las luces vuelven a iluminar a la banda que ha regresado al escenario y ahora hay dos micrófonos en escena.  Enrique presenta a “un amigo, gran artista y compañero: Manuel Moretti, el Estelar” con quien colaboro en una canción del último álbum de su banda (Estelares) y que esta noche lo acompaña para cantar “Puta Desagradecida”, canción que se encuentra en “El tiempo de las cerezas” (álbum doble hecho en 2006 con “el hermano Nacho Vegas”). Despide a Moretti y sigue con “Bujías para el dolor” e “Infinito”. A esta altura el público ya sabe que se acerca el final del show, pero a pesar de que la banda vuelve a retirarse y las luces del escenario se vuelven a apagar por completo, se sabe que aún queda más.

Aquellos que durante la estadía de Bunbury en Argentina se mantuvieron informados de sus actividades saben que en la noche del viernes Enrique tuvo la visita de su viejo amigo Andrés Calamaro, y que éste había anunciado que formaría parte del show. Así es que nadie se movió de su sitio y pasados unos minutos vuelve a iluminarse la escena y se vuelve a ver el segundo micrófono y una guitarra nueva entre los instrumentos.

Enrique vuelve y expresa: “Venimos desde muy lejos a cantarles a ustedes. Mañana es domingo. Quien coño se tiene que levantar pronto un domingo? Déjennos tocar para ustedes un poco más” El público estalla en aplausos, gritos, y el recurrente cantico de “Enrique Enrique” suena cada vez más alto y con más pasión.  El pueblo argentino siempre fue muy devoto de Héroes del Silencio y ahora de la etapa solista de Bunbury. Es evidente la veneración que le profesan a este artista y su banda, y se lo demuestran en este impasse del show. Las pantallas laterales muestran ahora al público y se puede ver a Los Santos Inocentes con Enrique sorprendidos ante esta reacción de la gente. El zaragozano vuelve a agarrar su micrófono y por sobre los gritos de la gente agradece por esta demostración de cariño y procede a presentar al segundo invitado de la noche.

“Para mí, es un inmenso honor presentar a nuestro siguiente invitado, amigo y maestro. No necesita presentación, todos le conocen. Andrés Calamaro” Todo el estadio aplaude con algarabía, demostrando verdadera admiración, mientras Andrés saluda al Luna Park y Enrique anuncia “Vamos a cantarle algo bonito para ustedes” dando pie así a “Cosas Olvidadas” (un tango de Antonio Rodio que Enrique incluyo en “Licenciado Cantinas”), con Rebenaque al frente ejecutando un acordeón y Álvaro rasgueando una guitarra acústica. Después de esto Calamaro no se va, sino que se cuelga su guitarra y junto a la banda interpretan “Apuesta por el Rock and Roll” (canción de Mauricio Aznar popularizada por Héroes del Silencio).

Luego de esto si llega el momento de la despedida. Andrés Calamaro se retira del escenario y la banda interpreta “Viento a Favor”, canción con la que se da cierre a  este show de fin de gira Latinoamericana de presentación de Palosanto.

“Muchas gracias de verdad a todos. Hasta siempre Argentina” se despide Enrique Bunbury, mientras los Santos Inocentes regalan púas y listas a los presentes que están más cercanos al escenario. Se abrazan, y saludan a todo el estadio mientras ahora sí, las luces del escenario y todo el estadio se encienden y en la pantalla principal se lee “Argentina, gracias por todo”. 


La banda se pierde entre los pliegues de los telones laterales que dan paso a los camarines y el Luna Park despide a la multitud con “Stand by me”.

LISTA DE TEMAS:

Despierta
El Club de los Imposibles
Los Inmortales
Contracorriente
El hijo de Cortes
Ódiame
Mas alto que nosotros solo el cielo
Porque las cosas cambian
Destrucción Masiva
El Extranjero
Deshacer el Mundo
El Rescate
Los Habitantes
Salvavidas
El hombre delgado que no flaqueará jamás
Hay muy poca gente
Frente a Frente
Que tengas suertecita
De todo el mundo
Lady Blue
/Intervalo/
Puta Desagradecida (Con Manuel Moretti)
Bujias para el Dolor
Infinito
/Intervalo/
Cosas Olvidadas (Con Andres Calamaro)
Apuesta por el Rock and Roll (Con Andres Calamaro)
El Viento a Favor

lunes, 10 de marzo de 2014

El Viaje es el Lugar... - BranCosquin 2014

Cuando era chica siempre soñaba con ir al  Cosquin Rock. Escuchaba con mi hermano las transmisiones con un radiograbador, sentados los dos alrededor del aparato en la habitación que compartíamos, con el volumen bajo para que no nos reten, y elegíamos algunas canciones para grabar sobre un cassette robado a mi mama, al que se le ponía un pedacito de papel en las ranuritas para poder grabarle encima. Más adelante, cuando tuvimos computadora con internet en casa, veíamos el festival por la web. Y todos los años nos hacíamos la misma promesa: que al año siguiente estaríamos allí. Lamentablemente, al año siguiente nos volvíamos a encontrar ahí, delante del monitor de la pc, queriendo poder atravesar la pantalla y aparecer en medio de toda esa gente, viendo en vivo a las bandas que admirábamos.
El fin de semana pasado, feriado de Carnaval, pude cumplir mi sueño de ir a Cosquin. Pero no al Cosquin Rock. Brancaleone y su Armada hacían su propio festival. Es el festival de la música hecha con el corazón, no con estadísticas, y donde la bandera que se enarbola ante todo es la amistad.

El viaje empezaba el viernes en Uniclub, cuando parte de La Armada fue a ver  a los amigos de Simon, Basta! que tocaban en la Fiesta Groovestock. Allí empezamos a sentir todos juntos la emoción y ansiedad que nos venía acechando hacia semanas pero ya era insoslayable. Al terminar el show, quienes viven en Capital dieron alojamiento a los que vamos desde lejos. Yo recibí el amable hospedaje de Sari, Nacho y Rato. Temprano por la mañana el sábado, junto con Sari y Cinthia nos dirigimos hacia Corrientes y Av. 9 de Julio, punto de encuentro pactado para la congregación de todos los locos que formaríamos parte del viaje en El Aquilante. 7 AM arrancaba el vehículo, con Claudio al volante. El querido Ranyy organizaría el viaje para luego despedirnos dese abajo y vernos partir. Nos reencontraríamos con nuestro amigo la mañana siguiente, en Córdoba. Fueron 13 hs de ruta en donde se paso por todos los estados. Emoción por el inicio de la travesía, impaciencia por los cortes y embotellamientos, micro siestas, paradas para estirar las piernas en estaciones de servicio fantasma. El viaje era la oportunidad además para conocer  a los que se sumaban a la locura por primera vez y compartir entre todos mates, historias, canciones  y material de lectura para pasar el rato.


Al bajar del micro en Bialet Masse, nos esperaba Romina para guiarnos hacia la que sería la sede de la demencia. Con 4 niveles, pileta, parrilla, patio y vista  a un paisaje privilegiado, la casa era mucho  más de los que todos esperábamos. Por triste que resultase, hubo que admitir que el viaje duro más de lo planeado y ya no llegábamos a tiempo para ver a Brancaleone tocar en las afueras del predio donde se llevaba adelante la primera fecha del festival más federal del país. Algunos de nuestros amigos tenían entradas para ingresar al Cosquin Rock, asique con amenaza de lluvia incluida fueron a ver los shows incluidos en la grilla oficial. Los demás nos quedamos organizándonos, haciendo compras iniciales, estableciendo pautas de seguridad (ashimame la sheeja) y compartiendo la cena juntos, mientras que en la sobremesa se sumarian empapados los valientes que habían ido a ver a El Bordo, La 25, Charly García, entre otros. 14 personas nos acomodamos para dormir esa noche. A la mañana siguiente, las dos nenas que nos acompañaron en esta locura (y tienen más rock que muchos destacables personajes del ambiente) nos despertarían con sus juegos y risas a las 9 AM. Empezaba el día 2 de esta aventura.

La llegada de Ranyy y Santi, nuestros dos compañeros faltantes, hizo sentir al grupo completo y así todos juntos los 16 pudimos compartir un desayuno tranquilo, sin prisa y con muchos planes. Ya cerca del mediodía y con las tareas distribuidas empezaba la acción. Porque todo bien con el rock, el hipismo y el laissez faire, pero la organización y división de tareas facilitaría nuestra convivencia. La mitad de nosotros se encargaría de las compras, mientras que la otra mitad se quedaba en la casa preparando el almuerzo. En esta situación de viaje con amigos todo es una experiencia particular. Todo dispara risas, bromas, anécdotas, y aquellos más adeptos a la fotografía no dejarían pasar la oportunidad de captar imágenes de semejantes maravillas naturales. De regreso en la casa, compartimos un almuerzo rápido y La Armada partía rumbo al predio. Día 2 del CR, primer día que veríamos a Brancaleone en el marco de este festival.
Claro que, el festival fue Brancaleone, el Cosquin Rock para nosotros formaba parte de una periferia. La caminata hacia el predio se hizo larga y a cada paso, con cada cartel con la leyenda “COSQUIN” y una flecha indicadora de la dirección a tomar, la ansiedad nos presionaba el pecho. Ya cerca, agudizábamos el oído esperando escuchar algún acorde conocido, alguna de esas melodías por las que estábamos allí. No recuerdo quien fue el primero en dar el grito de “tierra!”, pero sí recuerdo el sentimiento de pensar: Yo también lo escucho! Es real! Y correr. Correr con  la mirada desorientada buscando la fuente del sonido que nuestros odios captaban y nos guiaba hacia ellos. Correr con nuestras caras mostrando la sonrisa más sincera que vi. Fue llegar, estar frente a esos locos que hacen posible esta demencia y recién en ese momento caer en la cuenta de que estaba cumpliendo mi sueño de disfrutar del festival más grande: el festival que alegra mi alma y el de mis amigos, compañeros en esta preciosa locura. Fue verlos y quedar paralizada unos segundos, mientras la imagen que mis ojos captaban viajaba por mi sistema hasta llegar al corazón y encontrarse con todos los sentimientos que esta banda despierta en mi, y junto con la música y el sonido del canto y las risas de mis amigos salir de ese estado de ensueño y entregarme junto a ellos al baile desenfrenado, al canto desafinado y fuera de tiempo. Despegar los pies del suelo, de esta chata realidad, y volar en el disfrute.

Quiso el destino que esta segunda fecha fuera más corta de lo planeado. El clima parece no estar a favor del rock y la lluvia forzó a la banda a desarmar el seteado, guardar los equipos y guarecerse para evitar males mayores. No nos gusta tener que admitirlo, pero los elementos eléctricos no entienden que nuestra voluntad es más fuerte que el mal clima y se les da por arruinarse igual si les cae agua encima. Cosa é Mandinga.
Pero para nosotros, el rock no es solo música en vivo. Es también compartir. Y si bien todo el viaje se trato de compartir, esa noche fue una enorme demostración de lo bien que la podemos pasar si estamos juntos.  La Armada volvió bajo la lluvia hacia la casa, y prestos todos dieron inicio a los preparativos para la cena. Pizzas caseras a la parrilla fue el menú. 34 personas fueron los convidados. Instrumentos musicales por doquier. Alegría desbordante y, porque no decirlo también, alcohol en demasía. Resulta difícil de explicar, pero figurate estar rodeado por gente que adoras, la banda que admiras, comida rica, bebida en cantidad justa para eliminar las inhibiciones y permitirte disfrutar. Esas noches que no quisieras verles el fin. En este punto sería injusto no mencionar que esta noche nació en mí la idea de escribir esto que ahora estoy publicando. Fue gracias a las palabras de Pablo Nomdedeu y su voto de confianza en lo que yo podría elaborar que a la mañana siguiente, mientras tomaba mates con mis amigos y veía al Negro Jose, Canuto, Ranyy, Cata, Ana y Lucila tocando unas canciones en el patio, que empecé  a elaborar mentalmente esto que hoy presento.
Era el mediodía del tercer día. Después de que los últimos rezagados miembros de Brancaleone partieran hacia el predio para cumplir con sus obligaciones con la banda, La Armada ultimaba detalles para partir también al encuentro de la música. Sabe Dios si fue producto de la borrachera de la noche anterior, el contacto excesivo con los zombies, el ingenio floreciente de la comunidad brancaleonica o simplemente inspiración divina, pero lo que ocurrió ese día marco un antes y un después en la historia de La Armada. Un bidón de agua vacío, varias botellas de Fernet Branca, litros de Coca Cola y algunas bolsas de hielo dieron origen a lo que fue el Fernet-Dispenser. Cuando arribó La Armada con el bidón a cuestas y mientras algunos de los chicos ponían manos a la obra al ritual del 70-30, veíamos la reacción de la gente que miraba la escena con incredulidad y sabíamos que nuestro invento seria un factor protagonista indiscutido de la tarde/noche. Uno de ellos. Porque otro  de los personajes que ponían su nota de color al evento eran los zombies. La Lic. Sara Odello define a los zombies como personas que abandonan su estado humano para convertirse en estos seres que vemos en los recitales, se nutren del rock y el alcohol, no son violentos ni tienen maldad, por lo general su comportamiento suele ser gracioso para los demás espectadores que aún se mantienen en estado humano, pero a veces pueden generar momentos incómodos. Después de algunas clases con Odello, uno aprende a reconocer a un zombie y cómo tratarlos. Este tercer día se trato sobre todo de eso. De la banda tocando 7 hs, de escuchar las mismas canciones repetidas veces pero siempre sentirlas de un modo diferente, del ritual alrededor del Fernet –Dispenser, de cantar y bailar, de los zombies (el zombie travesti, el zombi vendedor, el que se pega una siesta y no reacciona ni con una banda tocando rock a su alrededor, e incluso hubo tres zombies que ofrecieron una escena poco agradable pero muy memorable de porno bizarro) y de no entender cómo era posible la armonía que se vivía entre tanto descontrol.
A medida que caía la oscuridad sobre todos nosotros, comprendíamos que se acercaba el final de esta aventura y más parecía encenderse en todos el fuego y la pasión por seguir. Veíamos a algunos de nuestros compañeros caer en estado zombie, algunos bajaban la guardia ante el cansancio y se apartaban para recuperarse y después retomar. Pasadas las 21 hs del lunes, “Tenerte” fue la ultima canción de este BranCosquin ´14. 

Abrazos, saludos, agradecimientos, y la despedida…. La banda se embarcara ahora en una gira que los llevara a la tierra de la Virgen de Guadalupe y el tequila, y no volveremos a verlos hasta su regreso en el mes de abril. Pero La Armada sigue acá, siempre unida. De regreso en la casa, pasaríamos la última noche en Córdoba todos juntos, aprovecharíamos la pileta  a la 1 de la mañana, compartiríamos un asado (obra maestra de Manu, Ivi y Ranyy), algunos de nosotros (los que se encontraban en estado zombie) pasaron al otro mundo, donde tocaron unas canciones con Pappo y luego regresaron al estado humano llenos de rock. Y así entre charlas, anécdotas, mates, fernet y cannabis, poco a poco algunos miembros de La Armada se retiraban a descansar, otros se quedaban en estado de vigilia hasta que la madrugada dio paso a la mañana del martes y hubo que enfrentar la realidad de que era tiempo de partir.
Otras 13 hs de viaje. Otra vez cortes de ruta y embotellamientos. Las clases del Profe (Thanks Coco!). Canciones de la mano de Tonchi, Ranyy, Mati, y todo aquel que quisiera tomar potestad de la vihuela. Y sin más, la noche cayó sobre nosotros y nos encontramos otra vez en Corrientes y 9 de Julio. Despedirse de La Armada es como abandonar un hogar, pero siempre queda la alegre consciencia de que nunca es un fin. Es un hasta luego. Hasta que a algún loco se le ocurra invitar a juntada general. Hasta que nos volvamos a encontrar en otra noche, otra Luna, otro bar…